La parte baja del edificio
actual corresponde al original Almacén del Rey, está construido con muros de
ladrillo de gran espesor, abiertos en sus tres fachadas con arcos de medio
punto. Coronan estos muros unos cuerpos aislados rematados por tímpanos de
doble curvatura, semejantes a las espadañas de iglesias, y torres de vigilancia
en las cuatro esquinas, rematadas por cúpulas esféricas y tímpanos
triangulares. Todo ello proporciona al conjunto un curioso aspecto
representativo de la arquitectura industrial del barroco sevillano, y un cierto
aire colonial que asimismo podemos encontrar en edificios fortalezas de ciertos
pueblos de las provincias de Sevilla y Cádiz.
Sobre este cuerpo se sitúan dos
plantas de viviendas, realizadas en el siglo XX. La nueva fachada se retranquea
respecto a la original, dada la gran anchura del muro, haciendo así destacar
los áticos citados a modo de espadañas y las esquinas se hacen cóncavas para
albergar las torres de vigilancia. Se corona la nueva fachada con una gran
cornisa moldurada y, a semejanza de la arquitectura urbana del barroco
sevillano se pintan los paramentos lisos de cal y los elementos salientes se
destacan aún más en color albero.
Estos recursos para integrar
lo nuevo con lo viejo no están exentos de habilidad, dotando (el retranqueo y
la concavidad de las esquinas) de profundidad y movimiento a la fachada, al
tiempo que hacen destacar los elementos originales al quedar la nueva fachada
como fondo, lo que permite distinguir lo viejo de lo nuevo sin merma de la
unidad del conjunto.
Por su función de origen, esta
construcción es conocida con el nombre de "Almacenes del Rey". El
cuerpo de edificación correspondiente a la planta baja fue construido en 1735
con la finalidad de almacenar las maderas del Segura que descendían por el
Guadalquivir hasta Sevilla, de ahí su proximidad al antiguo Puerto.
Junto
con la Plaza de Toros y la cárcel (actual mercado), figura en el plano de
Olavides como una de las primitivas construcciones extramuros que se edificaron
en la zona próxima al río, conocida por el Arenal. El arquitecto sevillano
Alberto Balbontín realizó una ampliación en 1958, elevando dos plantas de
viviendas sobre el edificio existente, con lo que el edificio pasa a tener tres
plantas, de forma que se mantenía éste en su estado original. Se realizó pues
una crujía de viviendas originándose en su implantación un gran patio central
cubierto donde, hasta fechas recientes, se hallaba la estación de autobuses de
Damas. En torno al patio se organizaba, mediante galería perimetral, el acceso
a la crujía de viviendas.